Cartas de Intención entre el FMI y el Ecuador. Carta de Intención Febrero 2, 1990
Quito,
Ecuador
Febrero
2, 1990
Sr. Michel Camdessus
Director Gerente
Fondo Monetario Internacional
700 l9th Street, N.W.
Washington. D.C. 20431
De nuestras consideraciones:
1. En nuestra anterior carta de intención de fecha 7
de agosto de 1989, hicimos una descripción de las medidas tomadas por la
administración del Presidente Rodrigo Borja a parir de Agosto de 1988, con el
objeto de estabilizar y alcanzar un mejor comportamiento de la economía, como
un primer paso hacia una posterior recuperación del crecimiento de la economía
ecuatoriana. El esfuerzo iniciado en esta fecha se mantuvo en el programa
económico de 1989, cuyas metas fueron las de reducir la tasa anual de inflación
a150 por ciento al finalizar el año (desde un 85 por ciento a finales de 1988),
disminuir la cuenta corriente del sector externo a un 5.7 por ciento del PIB
(comparada con la estimación inicial del 7 por ciento del PIB en 1988), mejorar
en U.S.$ 100 millones el nivel de las recen as internacionales netas, y avanzar
hacia una mayor eficiencia en el uso de los recursos en la economía.
2. El programa de 1989 contemplaba una reducción en
el déficit del sector público global a1 3,4 por ciento del PIB (desde un 5.1
por ciento del PIB en 1988), la vigencia de políticas flexibles de tasas de
interés y de tipo de cambio, que permitieran mantener un adecuado nivel de
competitividad externa, así como mejorar el atractivo hacia acumular activos
financieros domésticos, y la iniciación de importantes cambios estructurales en
la economía ecuatoriana. En apoyo de esta estrategia, el 15 de septiembre de
1989, el Gobierno ecuatoriano obtuvo del Fondo Monetario Internacional un
préstamo "Stand-by" por el período que va hasta Febrero de 1991, y en
una cantidad equivalente a 109.9 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG).
La primera compra por un valor de 15.7 millones de DEG se realizaron a fines de
septiembre de 1989.
3. Para reforzar la consecución de estos objetivos,
en 1989 nuestro gobierno implantó un conjunto de medidas tributarias que
comprenden una ampliación de la base para el cobro del impuesto sobre la renta,
una revisión más frecuente y mejor de los avalúos catastrales y una más
eficiente administración tributaria. Otras medidas fiscales incluyeron aumentos
en las tarifas eléctricas y de teléfonos, la introducción desde el mes de Julio
de un sistema de ajustes mensuales de los precios domésticos de los derivados
del petróleo, y un mayor control del gasto fiscal. En el área financiera, el
sistema de tasas de interés puesto en vigencia en Agosto de 1988 (bajo el cual
las tasas activas de interés máximas fueron ligadas a las tasas que se pagaban
en depósitos de ahorro) se flexibilizó más a través de la incorporación de las
tasas de interés de mercado que se pagan en pólizas de acumulación a la fórmula
que permite a cada banco fijar sus
tasas activas de interés. Por otro lado, el Banco Central aumentó las
tasas activas en operaciones de crédito preferenciales, eliminó los controles
sobre las comisiones que cobra el sistema bancario, y adoptó medidas de
importancia para reforzar la solvencia del sistema financiero, a través de un
programa de recapitalización.
4. En 1989 se adoptaron varias medidas que tienden a
mantener la competitividad externa. A mediados del mes de Mayo, se depreció el
sucre en el mercado de intervención en un 6 por ciento y la tasa semanal de
depreciación se aumentó desde 2.50 a 3.00 sucres por dólar. Adicionalmente a
estos ajustes semanales, se realizaron dos devaluaciones, de un 3 por ciento
cada una, en los meses de Octubre y Diciembre. Estos ajustes de la tasa de
cambio estuvieron acompañados por una reducción del margen en el tipo de cambio
de intervención desde un 10 a un 5 por ciento en Mayo, a un 4 por ciento en
Octubre y a un 2 por ciento en Diciembre. Además, en Diciembre de 1989, se elevó
del 90 al 100 por ciento el monto de las divisas provenientes de las
exportaciones privadas disponibles para las importaciones de ese sector.
5. Con relación al sistema de intercambio comercial
con el exterior, fueron desmanteladas en su gran mayoría las restricciones
introducidas con carácter temporal y emergente en agosto de 1988. En Diciembre
de 1989 se eliminaron los requerimientos de financiamiento para realizar
importaciones de bienes de capital; se redujeron a la mitad los montos de los
depósitos previos a las importaciones que han estado en vigencia desde Marzo de
1988 (los importadores que obtuvieran financiamiento a 90 días o más -antes 120
días o más- estaban exentos de este requisito); y, se levantó la prohibición de
importar vehículos de transporte pesado. Muchas de estas medidas se adoptaron
anticipadamente con respecto a lo que se anunció en nuestra anterior carta de
intención.
6. Como resultado de estas políticas, los objetivos
del programa de 1989 fueron alcanzados con largueza. El déficit de la cuenta
corriente de la balanza pagos se estima que se redujo a un 4.5 por ciento del
PIB, es decir, 1.2 por ciento porcentuales por debajo de lo proyectado en el
programa. Esto refleja menores pagos por intereses y mayores precios de
petróleo de exportación que compensar la caída en los precios internacionales
del café y el cacao. En el mediano plazo, sin embargo, fue más importante el
comportamiento que mostraron las exportaciones no tradicionales, las que
permitieron una mayor diversificación de la economía, así como también, el
crecimiento sostenido del volumen de ciertas exportaciones tradicionales y la
disminución de la demanda de importaciones en la segunda mitad del año. La
posición de las reservas externas se fortaleció considerablemente, puesto que
las reservas netas intemaciona1es se recuperaron desde una posición negativa de
U.S.$ 176 millones al finalizar 1988 a un saldo positivo de U.S.$ 205 millones
al terminar 1989. Este significativo mejoramiento contribuyó a consolidar un
ambiente de confianza económica que se evidencia por la vía del retorno de
capitales del exterior lo que a su vez mudó al éxito global del programa
económico. El ajuste externo se facilitó a causa del declinamiento en el
déficit del sector público no financiero a un estimado de 2.2 por ciento del
PIB, menor que el objetivo fijado que fue del 3.4 por ciento del PIB. Los
ingresos totales del sector público se incrementaron en 3 puntos porcentuales
del PIB en comparación a 1988, los gastos totales se mantuvieron constantes en
relación con el PIB, mientras que los egresos corrientes disminuyeron en 1
punto porcentual del PIB. El programa fiscal en su conjunto así como la
vigencia de una prudente política de crédito contribuyeron a la desaceleración
de la tasa anual de inflación aun 54 por ciento al terminar .el año, cifra que
es apenas superior al objetivo que se planteó en el programa económico. La
desaceleración de la inflación permitió que las tasas activas y pasivas de
interés alcancen niveles positivos en términos reales en la última parte del
año. Como consecuencia, las metas trimestrales de fines de septiembre y fines
de diciembre que contempla el programa con el FMI fueron alcanzadas. en algunos
casos con márgenes considerables.
7. El Ecuador ha continuado negociando con los
bancos comerciales acreedores del país en 1989. Con el objeto de alcanzar un
acuerdo con respecto a los atrasos pendientes, y a la reducción de su deuda y
del servicio de la misma a niveles consistentes con la capacidad externa de
pagos del país, y con un crecimiento económico sostenido en el mediano plazo.
Con este propósito, en Agosto de 1989, el Ecuador presentó una propuesta a los
bancos acreedores en la que se incluía un paquete financiero amplio que
contenía tanto opciones de reducción como de refinanciamiento de su deuda
externa. En Julio de 1989 el país había reiniciado pagos parciales de intereses
a los bancos comerciales, los que se encontraban sus pendidos desde Enero de 1987. Por otro lado,
el Gobierno ecuatoriano obtuvo de los miembros del Club de París un
refinanciamiento de los vencimientos correspondientes a 1989 y 1990 y de las
obligaciones pendientes, en condiciones similares a la última negociación
realizada con dichos acreedores.
8. Tal como es evidente de la descripción anterior,
los resultados del programa aplicado desde Agosto de 1988 son altamente
alentadores, especialmente en lo que se relaciona a la reducción de los
desequilibrios externo e interno. Sin embargo, el crecimiento de la economía se
estima que habría sido solo del 0.5 por ciento, algo menor que aquel que estaba
previsto en el programa. El Gobierno ecuatoriano considera que los logros
alcanzados en la estabilización de la economía han creado las bases para una
recuperación de su tasa de crecimiento en 1990, lo que permitiría reducir el
nivel de desempleo y mejorar así el nivel de vida de la población, así como
reducir aún más los desequilibrios interno y externo. El logro de estos
objetivos depende críticamente de un mayor fortalecimiento de las políticas
financieras y de la implantación de un amplio programa de reformas
estructurales. Sin embargo, el éxito de esta estrategia está en función de que
se alcance una solución definitiva al problema de la deuda externa por la vía
de una negociación de un paquete global de reducción de la deuda con los bancos
comerciales. Para la implantación de este programa de ajuste y de reformas
estructurales, nuestro Gobierno espera contar con la cooperación técnica y
financiera del FMI bajo el presente acuerdo de contingencia, así como con la
asistencia del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
9. El programa económico para el año 1990 contempla
una recuperación de la tasa de crecimiento real del PIB a un 3.5 por ciento
anual, una reducción de la tasa anual de inflación a alrededor de un 25 por
ciento anual para fines del presente año, un menor déficit de cuenta corriente
equivalente al 4.2 por ciento del PIB (inferior a la estimación inicial para
1989 que fue del 4.5 por ciento y que la meta inicial de 1990 que estaba prevista
en 5.0 por ciento del PIB), y un incremento en las reservas internacionales
netas de U.S.$ 100 millones. Para alcanzar estos objetivos, se pretende
fortalecer las finanzas públicas con el fin de asegurar una desaceleración en
las tasas de crecimiento de los agregados monetarios, al tiempo que permitir un
incremento razonable del crédito al sector privado. Este esfuerzo fiscal se
complementará con el mantenimiento de una política cambiaría que favorezca la
competitividad externa y por una política de tasas de interés dirigida a
mantener tasas positivas en términos reales. Adicionalmente, el Gobierno
ecuatoriano pretende avanzar en su programa de reformas estructurales de
mediano plazo a través de la adopción de un conjunto de medidas en las áreas fiscal,
financiera, de precios y de intercambio comercial con el exterior, según se
describe adelante.
10. El programa fiscal para el año 90 apunta a
reducir el déficit global del sector público no financiero desde un estimado
del 2.2 por ciento del PIB en 1989 a un 1.8 por ciento del PIB. En caso de que
ocurran desviaciones con respecto a los niveles de ingresos y gastos
programados, serán adoptadas las correspondientes mecidas compensatorias. El
ahorro del sector público se espera que aumente nuevamente en 1990 en 2 puntos
porcentuales del PIB, esto es a un 6.9 por ciento del PIB, luego de un
crecimiento de 4 puntos porcentuales del PIB en 1989. Este incremento
proyectado en los ahorros viene dado por un aumento en los ingresos del sector
público en 1.4 puntos porcentuales del PIB. El mayor nivel de ingresos
petroleros en combinación con el superávit operacional de las empresas
públicas, se espera que más que compense el declinamiento temporal de los
ingresos no petroleros proyectados para este año. Esto último se debe
fundamentalmente a los efectos iniciales esperados de las reformas a los
impuestos a la renta y al consumo (descritos adelante); situación que se espera
se revierta en años futuros. El programa está basado en una proyección del
precio promedio anual de las exportaciones de petróleo de U.S.$ 16.25 por
barril y en un volumen de exportación de 64.7 millones de barriles de petróleo
crudo. El Gobierno ecuatoriano continúa con su política de ajustes mensuales en
los precios dome socos de los derivados de petróleo puesta en vigencia en Julio
de 1989. Los ajustes mensuales correspondientes a 1990 se espera que generen
aproximadamente un 1.1 por ciento del PIB en ingresos adicionales.
11. Importantes avances se han logrado en la reforma
del sistema impositivo. En efecto, luego de la reforma tributaria implantada en
1989, una reforma global del sistema impositivo no petrolero entró en vigencia
el primero de enero de 1990. El propósito de esta reforma es ampliar la base
imponible del impuesto sobre la renta que esté acorde con una mayor justicia
tributaria, simplificar y mejorar su administración y reducirla evasión en el
cobro de los impuestos. Las principales características de la reforma al
impuesto sobre la renta personal, son la disminución en el número de
categorías, así como de deducciones y de exenciones en el pago de los
impuestos; la reducción en las tasas impositivas; la exclusión de las nóminas
del pago de impuestos a todos los individuos con ingresos inferiores a 2
millones de sucres anuales (a precios de 1989, en comparación con los 660.000
sucres previos); la abolición del requisito de hacer una declaración formal
para el impuesto sobre la renta, para aquellos individuos cuyos salarios
representan más del 90 por ciento de sus
ingresos totales y que son sujetos de retención; y la introducción de un
sistema de ajustes en los impuestos ante cambios en el nivel de precios. Se
redujo de 69 a un 25 por ciento la tasa máxima del impuesto sobre la renta
personal, y los varios tipos de impuestos sobre la renta -progresivo,
proporcional y adicional- fueron unificados en un único impuesto sobre los
ingresos netos. Con relación a las empresas, la tasa impositiva sobre los
beneficios fue unificada en un 25 por ciento. Esta misma tasa fue establecida
para los beneficios distribuidos y no distribuidos y para los beneficios
reinvertidos de las compañías nacionales y extranjeras. Por último, con
relación al impuesto sobre la renta personal, el número de exenciones y
tratamientos preferenciales se redujo significativamente.
12. En lo que se refiere a los impuestos indirectos,
la reforma disminuye las asignaciones originadas en estos impuestos y consolida
varios impuestos indirectos en un impuesto sobre el valor agregado y un
impuesto sobre el consumo, al tiempo que elimina varios impuestos que tenían
elevados costos administrativos. El impuesto sobre el valor agregado se aplica
a una tasa uniforme del 10 por ciento (varios bienes, principalmente alimentos
e insumos agrícolas se encuentran exentos). Los impuestos sobre el consumo
gravan a los cigarrillos, bebidas gaseosas, a la cerveza y al alcohol.
13. Para mejorar las finanzas de las empresas
públicas se han adoptado medidas adicionales. En este sentido, el gobierno ha
fortalecido el seguimiento de los presupuestos de las empresas estatales,
especialmente de sus gastos de capital.
El instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL) continuará con la política
vigente de ajustarlas tasas de electricidad en un 3 por ciento mensual, y está
realizando esfuerzos sustanciales en el cobro de cuentas de electricidad no
pagadas. En 1989 el Congreso Nacional aprobó la nueva ley que regula las
actividades de la empresa estatal de petróleos (PETROECUADOR). Esta ley
incrementa la autonomía financiera de PETROECUADOR, al tiempo que fortalece la
capacidad central de la toma de decisiones dentro de la industria, con el
objeto de facilitar las funciones de auditoría y control de sus gastos. El Gobierno Nacional, con el apoyo
del Banco Mundial, se encuentra preparando una reforma global de las finanzas
de los municipios, consejos provinciales. y de otras entidades gubernamentales,
con el fin de disminuir las transferencias provenientes del gobierno central,
mejorar las decisiones de gasto a nivel leal y proveerlos de un sistema más transparente
y justo de participación en los ingresos públicos.
14. Consideramos que para que el esfuerzo de
estabilización continúe siendo exitoso es necesario restringir el gasto
público. En este sentido, el gasto corriente del sector público se proyecta que
caiga en 0.6 puntos porcentuales del PIB en 1990, luego de la caída de 1 punto
porcentual en 1989. Estos gastos, excluyendo el pago de intereses, se
reducirían de 12.8 por ciento del PIB en 1989 a 11.1 por ciento del PIB en
1990, como resultado, en parte, de la continuación de una política prudente de
salarios en el sector público.
15. Dentro del contexto global del programa fiscal,
el Gobierno ecuatoriano está decidido a realizar los gastos de inversión que
requiere la economía ecuatoriana rara mejorar su infraestructura. De esta
manera, en 1990, los gastos de inversión del sector público crecerán nuevamente
en alrededor de 1.7 puntos porcentuales del PIB, luego de que en 1989 éstos
crecieron en 1 punto porcentual. Adicionalmente, se espera que para fines de
1990 se reduzca la deuda flotante del gobierno central desde un 1.5 por ciento
del PIB a fines de 1989 a un 1.3 por ciento del PIB.
16. La implantación del programa fiscal para el año
1990, junto con el financiamiento externo proyectado, permitirá al sector
público aumentar sus depósitos netos en
el Banco Central en un monto equivalente a 2.3 por ciento del PIB. Esta
política hará posible un crecimiento del crédito del Banco Central hacia el
sector privado de un 30 por ciento en 1990, lo que significa un aumento en
términos reales que es a la vez consistente con la meta de desaceleración de la
inflación. Este crédito al sector privado, al igual que en 1989, estará
dirigido a las pequeñas y medianas empresas, especialmente del sector agrícola,
con el objeto apoyar una expansión en los niveles de empleo. Por otro lado, el
programa monetario establece metas trimestrales para los activos internos netos
del Banco Central y para el crédito neto del Banco Central al sector público no
financiero. El incremento proyectado en los activos netos del Banco Central es
consistente con un mejoramiento en las reservas internacionales netas de U.S.$
100 millones en 1990, y con una desaceleración en el crecimiento de los pasivos
del sector financiero al sector privado. También se establecieron metas
trimestrales para las reservas internacionales netas.
17. En Abril de 1989, el sistema de tasas de interés
fue modificado para incorporar al mecanismo de determinación de las tasas
activas de interés, a las tasas de interés que se pagan en pólizas de
acumulación, haciendo de esta manera más flexible al sistema. Las tasas activas
máximas de los bancos comerciales fueron limitadas a 15 puntos porcentuales por
encima del promedio de las tasas que estos pagan por depósitos de ahorro y en
pólizas de acumulación, las que son determinadas por el mercado. Mientras tanto
las tasas máximas que pueden cobrarlos bancos extranjeros y las compañías
financieras equivalen a 2 puntos porcentuales por arriba del promedio de las
tasas activas de todos los bancos comerciales nacionales. Aunque ha existido
solamente un aumento pequeño de la estructura de tasas de interés desde la
adopción del nuevo sistema, durante los últimos meses, las tasas activas y
pasivas se han movido hacia niveles positivos en términos reales a consecuencia
de la desaceleración de la inflación. Adicionalmente, en Diciembre de 1989, las
tasas de interés para operaciones preferenciales tanto del Banco Central como
del resto del sistema financiero fueron incrementadas sustancialmente. Esta
política de ajustes periódicos continuará en el futuro.
18. Los principales instrumentos de política
monetaria han sido hasta ahora el manejo de la tasa de encaje legal y, más
recientemente, las operaciones de mercado abierto en bonos de corto plazo
(Bonos de Estabilización Monetaria). En efecto, en 1989, con el fin de
reducirla dependencia en el manejo de las tasas de encaje, las autoridades
monetarias incrementaron sus operaciones de mercado abierto con buenos
resultados, por lo que se espera utilizar estas operaciones en forma más amplia
en 1990.
19. Importantes medidas estructurales se han
adoptado para fortalecer el sistema financiero ecuatoriano, especialmente a
través de un programa de recapitalización de los bancos con el apoyo financiero
del Banco Mundial. Con este propósito, se han establecido regulaciones que
determinan relaciones mínimas de capital con respecto a activos riesgosos y la
provisión por posibles pérdidas; se prohibió la distribución de utilidades a
las instituciones financieras con problemas; se introdujeron programas de
reestructuración de dichas instituciones; y se fortaleció el rol de las
auditorias externas. En este contexto, fueron liquidadas algunas instituciones
que no mostraban posibilidades de solvencia futura. Esta política de
fortalecimiento del sistema financiero continuará en 1990 y en adelante.
20. El Gobierno tiene además preparada una reforma
al mercado de capitales para ser aprobada por el Congreso Nacional. El objetivo
de esta reforma es el de ampliar el ámbito de las actividades que se realizan
en este mercado, las que hasta hoy son aún limitadas, a través de la
simplificación en la emisión e intermediación de papeles. Estos cambios, así
como los anotados en los párrafos 17-19 constituyen importantes reformas
estructurales en el sector financiero que contribuirán a mejorar la asignación
de recursos, a promover el ahorro financiero v a reducir los costos de
intermediación del sistema financiero.
21. Cuando el presente Gobierno entró en funciones
en Agosto de 1988, se decidió mantener los controles de precios existentes en
forma temporal como un medio de influenciar las expectativas inflacionarias y
de prevenir reajustes mayores que provocarán efectos adversos sobre el nivel de
vida de los sectores menos privilegiados de la población. Sin embargo, estos
controles de precios fueron ajustados periódicamente con el linde prevenirla
generación de importantes distorsiones de precios. Una vez que el proceso de
estabilización está en marcha y que las expectativas están en línea con una
inflación a la baja, el Gobierno nacional está decidido a llevar a cabo una
gradual eliminación de la mayoría de los controles de precios. En este sentido,
se ha implantado un sistema de precios basados en el mercado (excepto para productos
que forman parte de la canasta de consumo básico y que son socialmente
sensibles). Sujetos al requisito de que el Gobierno sea informado ex-post de
los cambios ocurridos en dichos precios. Así, desde Febrero de 1990, los
productores de 8 bienes de un total de 12 que estaban controlados, podrán
ajustar sus precios bajo el nuevo sistema en lugar de hacerlo en base a un
Decreto Oficial.
22. El Gobierno nacional está decidido a reformar el
sistema de pagos y de comercio internacional con el objeto de mejorar la
eficiencia en el uso de los recursos y de promover una estrategia de
crecimiento hacia afuera. Tal como se indicó en el párrafo 5, durante 1989 se
dieron importantes pasos para desmantelar las restricciones al comercio
internacional que se habían puesto en vigencia en forma temporal desde Agosto
de 1988. Para completar esta etapa, el requisito de depósito previo a las
importaciones será eliminado hacia Julio de 1990. Además. el Gobierno llevará a
cabo un programa a desarrollarse hasta 1992, destinado a abolir la mayor parte
de las restricciones cuantitativas a las exportaciones, a eliminar la mayoría
de las restricciones cuantitativas a las importaciones y a reemplazarlas por
tarifas arancelarias, a reducir y contraerla dispersión de las tasas arancelarias,
a disminuir el uso de exenciones tarifarías y a simplificar los procedimientos
de comercio internacional.
23. En este contexto, se ha preparado una amplia
reforma arancelaria y se ha adoptado un calendario para reducir y estrecharla
dispersión de las tarifas arancelarias lo largo de un período de 30 meses. Este
calendario estipula que la reforma entrará en vigencia hacia fines del mes de
Marzo o principios de Abril, con la introducción de una nueva nomenclatura
tarifaría (NANDINA) que permitirá una armonía con la nomenclatura de Bruselas y
con el sistema de valoración del GATT. Al mismo tiempo, se reducirá la
dispersión tarifaría en base a una disminución de la tarifa nominal máxima
desde un 290 por ciento a un 60 por ciento, con excepción de vehículos
livianos, y a un aumento de la tarifa nominal mínima desde un 0 a un 5 por
ciento. Además, se eliminará el 30 por ciento de recargo arancelario que se
aplica a las importaciones de bienes de lujo. Después de esta primera etapa, el
calendario de la reforma arancelaria contempla una reducción adicional de los
niveles de dispersión del arancel, así como la eliminación de los restantes
recargos arancelarios durante el año de 1991. Asimismo, como parte de esta
reforma comercial, durante el primer semestre de 1990, se llevará a cabo un
profundo estudio que permita determinar las tarifas arancelarias efectivas que
entrarán en vigencia en el primer trimestre de 1992 en forma definitiva.
Durante el período de esta reforma y, empezando en el primer semestre de 1991,
se reducirá el número de ítems que están en la lista de importaciones
prohibidas, así como de aquellos bienes sujetos a licencia previa. Con relación
a las exportaciones, en Noviembre de 1989 se simplificaron significativamente
los procedimientos de exportación, a través de la disminución del número de
exportaciones prohibidas, de la eliminación del sistema de licencia previa y de
su reemplazo por un sistema más flexible.
24. El Gobierno ecuatoriano ha enfatizado la
importancia que tiene el mantenimiento de la competitividad externa con el fin
de que se estimule y diversifique las exportaciones y se apoye el crecimiento
de la economía ecuatoriana. En este sentido, la política seguida durante la
segunda parte de 1989 fue muy importante para asegurar un adecuado nivel de
competitividad externa. En efecto, se estima que el sucre se habría depreciado
en términos efectivos reales en alrededor de un 4 por ciento entre los meses de
mayo y diciembre de 1989. La bondad de esta política cambiarla se evidenció a
través del mantenimiento de un margen muy pequeño entre los tipos de cambio de
intervención y libre, así como por el notable comportamiento de las
exportaciones no tradicionales. Con relación a 1990, y con el objeto de
perseverar en la política de promoción de las exportaciones, las autoridades
monetarias pretenden asegurar un adecuado mejoramiento de la competitividad
externa. En este sentido, se realizará un seguimiento cercano de la evolución
del tipo de cambio y se adoptarán los pasos que sean necesarios para alcanzar
los objetivos de balanza de pagos comprendidos en el programa económico.
25. El elevado nivel del servicio de la deuda
externa y de los atrasos pendientes de pago constituye un serio limitarte sobre
las perspectivas de crecimiento de la economía ecuatoriana. Es por esto que el
Gobierno ecuatoriano, desde que asumió el poder, ha planteado la necesidad de
alcanzar un acuerdo que adecue el monto del servicio de la deuda externa a la
capacidad de pago de la economía ecuatoriana. En efecto, no obstante la
implantación de un gran esfuerzo de ajuste, y luego de tomar en consideración
todos los refinanciamientos posibles, así como el apoyo de balanza de pagos de
fuentes oficiales y multilaterales, el Ecuador todavía enfrenta una brecha
externa residual por financiar de un 3 por ciento del PIB en 1990, y de
aproximadamente igual magnitud en el mediano plazo. En consecuencia, el país no
podría cerrar esta brecha en base a política de ajuste si no es causando
efectos muy negativos en la inversión y el crecimiento de la economía. Tampoco
sería posible ni deseable cubrir dicha brecha en base a un nuevo endeudamiento.
26. El Gobierno Ecuatoriano está buscando un acuerdo
con los bancos comerciales del exterior que se base en un programa de reducción
de la deuda y de su servicio dentro de un enfoque caso por caso y orientado por
el mercado a lo largo de un período de tres años, de acuerdo con la
disponibilidad existente de recursos para garantizar las operaciones de
reducción. Este proceso se iniciaría en 1990 en el contexto de un programa de
ajuste que cuenta con apoyo internacional. Durante este período, el Ecuador
podrá realizar solamente pagos parciales de intereses a los bancos comerciales.
En 1990, estos pagos corresponden a aproximadamente 30 por ciento de los
intereses devengados y se espera que este nivel de pagos no se reduzca en los
años siguientes. Las negociaciones con los bancos se han concentrado en el menú
de instrumentos financieros que serían aplicados, en la identificación de los
recursos que garantizarían dichas operaciones y a solicitar las exenciones
necesarias para llevar a cabo las operaciones de reducción de deuda y de su
servicio. Por otro lado, se ha aprobado para 1990 un esquema limitado de
operaciones de conversión de duda externa para programas de carácter social.
Una vez que se haya completado el proceso de reducción de la deuda y de su
servicio al finalizar el periodo de tres años, y en línea con el ajuste
económico programado el país estaría en capacidad de servir la totalidad del
servicio de la deuda restante. El Ecuador se encuentra trabajando activamente
para lograr un entendimiento con los bancos comerciales acreedores. En este
sentido los avances en este proceso de negociación serán objeto de revisión
bajo el programa del FMI.
27. Para finales de 1989 el Ecuador ha eliminado
todos sus atrasos con acreedores no
bancarios. Están pendientes de cancelación, aunque no constituyen atrasos,
U.S.$ 7 millones de pagos por servicio de deuda que se encuentran en litigio
(estos pagos han empezado a ser cancelados en 1990), y U.S.$ 6 millones que aún
no han sido reclamados por los correspondientes importadores domésticos. Tal
como se anotó anteriormente, el Gobierno Nacional renegoció con el Club de
París todos sus atrasos pendientes (incluyendo
deuda renegociada previamente) y el servicio de la deuda que corresponde al
período de vigencia del acuerdo con el FMI; el resto de los atrasos fueron
cancelados mediante pagos en efectivo. Adicionalmente, en Abril de 1989 los
bancos comerciales aceptaron que se incluyan como parte del paquete objeto de
negociación para reducción de deuda y de su servicio, a los atrasos acumulados
con anterioridad a 1989. Del mismo modo, en el contexto de las negociaciones
con los bancos comerciales, se ha pedido que los atrasos correspondientes a
1989 y aquellos que se prevén en las proyecciones de la balanza de pagos de
1990 sean tratados en forma similar a los anteriores a 1989. Por último, aparte
de los atrasos incurridos con los bancos comerciales, no se acumulará ninguna
otra forma de atrasos durante el tiempo que resta de este acuerdo.
28. Al igual que en 1989, la política de deuda
externa busca mejorar las condiciones y
el perfil de la deuda externa ecuatoriana. Con este propósito. el Gobierno
pretende continuar financiando la inversión del sector público en base a
créditos de desarrollo de largo plazo, minimizando el uso de recursos en
condiciones comerciales. En este contexto, el saldo de la deuda pública externa
con vencimientos de hasta 12 años inclusive, y con vencimientos de hasta 1 año,
se mantendrán dentro de las metas del programa para el año 90.
29. En apoyo de su estrategia económica para el año
1990, el Ecuador desea contar con la cooperación del Fondo Monetario
internacional, en el marco del acuerdo "Stand-by" aprobado por el
directorio del FMI el 15 de septiembre de 1989. El Gobierno Ecuatoriano
requiere que una cantidad equivalente al 25 por ciento de los recursos que aún
están disponibles bajo este acuerdo, sean asignados para el propósito de
reducción de la deuda externa ecuatoriana. Mas aún, el Gobierno Nacional
desearía plantear al FMI un acuerdo ampliado a continuación del presente
acuerdo, con el fin de asegurar un continuo respaldo a los esfuerzos de ajuste,
al programa de reformas estructurales y a la estrategia de reducción de la
deuda externa, los que se orientan a alcanzar un crecimiento económico
sostenido y una situación estable de balanza de pagos.
30. El Ecuador mantiene en la actualidad dos
acuerdos bilaterales con países miembros del FMI, cuyos saldos se compensan
periódicamente en moneda convertible. El Gobierno ecuatoriano no pretende
intensificar restricciones a pagos y transferencias en transacciones,
corrientes internacionales, o introducir nuevas prácticas de tipos de cambio
múltiples, o incluir nuevos acuerdos de pagos bilaterales que son
inconsistentes con el Artículo VIII del Convenio Constitutivo del Fondo
Monetario Internacional así como intensificar restricciones a las
importaciones con fines de balanza de pagos.
31. El gobierno del Ecuador considera que sus políticas económicas son adecuadas para
alcanzar los objetivos del programa, sin embargo, se tomarán las medidas
adicionales que fueran necesarias para el logro de tales objetivos. Durante el
tiempo de vigencia que resta del Acuerdo, las autoridades ecuatorianas
mantendrán conversaciones periódicas con el FMI con el objeto de evaluar la
marcha y los logros del programa, de acuerdo con las políticas de consulta del
FMI.
Atentamente,
José
Morillo Batlle
Gerente General
Banco Central del Ecuador
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Jorge
Gallardo Z.
Ministro de Finanzas y Crédito
Público
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Abelardo
Pachano
Presidente de la Junta
Monetaria
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1 comentarios:
La crisis que está pasando Ecuador es como consecuencia de esta carta de intención celebrado con el FMI.
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