Ante las tergiversaciones sobre la RBU El Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa, al país
Ante las tergiversaciones sobre la RBU
El Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa, al país
La pandemia del Covid-19 ha orillado a la humanidad a una situación inédita en la cual las coordenadas de lo predecible y lo establecido han dado paso a la incertidumbre y perplejidad. Instituciones como las Naciones Unidas, la Comisión Europea o el Foro de Davos, recomiendan políticas que van a contrapunto de lo que hasta hace poco se había constituido como la doxa dominante. De todas las sugerencias, una que se convertido en una necesidad ineludible por su urgencia y pertinencia, es la Renta Básica Universal y sin condiciones. En España la han impulsado bajo el nombre de Ingreso Mínimo Vital. En Colombia como Renta Básica de Emergencia.
La Comisión Económica para América Latina, CEPAL, además considera que los países de la región deben impulsar no solo una renta de emergencia sino incluso una renta alimenticia para evitar una crisis alimentaria, es decir, el hambre y la desnutrición.
En Ecuador, el único marco jurídico que se ha creado para confrontar la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia es la Ley de Apoyo Humanitario, cuyo efectos son limitados, además de transitorios (se vencen, de hecho, en estos meses).
Precisamente por ello, un grupo de expertos en política económica del Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa, con sus pares de otros países, en especial de España, han dedicado varios meses para diseñar y elaborar una propuesta de Renta Básica Universal y sin condiciones para el Ecuador.
Luego de un trabajo de varios meses y en consulta con empresarios, tiendas de barrio, proveedores, cooperativas de ahorro y crédito, asociaciones productivas, organizaciones sociales, líderes comunitarios, entre otros, se ha logrado un texto que se resume en el Proyecto de Ley Orgánica de Renta Básica Universal y sin Condiciones para la Vida Digna.
Como Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa hemos explicado esta propuesta al Presidente de la Asamblea Nacional, César Litardo, quien puso a disposición del Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa, a los técnicos de la Unidad Técnica Legislativa para afinar los detalles y que la propuesta de ley cumpla con los requisitos obligatorios de todo proyecto de ley.
Una vez que se obtuvo el apoyo técnico legislativo, y en virtud que la Propuesta de Renta Básica hace referencia al derecho a la vida digna conforme el numeral 2 del Artículo 66 de la Constitución, y también al Artículo 341, el grupo parlamentario de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional, presidido por Doris Solís, y con el apoyo de los grupos parlamentarios de Frontera, de derechos de los trabajadores, de Niñez y Adolescencia, de los ODS, de Género, entre otros, y luego de varias sesiones de trabajo, procedieron a dar cumplimiento lo que establece la ley y solicitar las firmas respectivas de los asambleístas para que el proyecto de ley de Renta Básica Universal pueda pasar del CAL a una de las Comisiones Legislativas Permanentes para su respectivo debate y discusión.
El Proyecto de Ley de Renta Básica Universal y sin Condiciones para la Vida Digna, contempla una asignación de 400 dólares mensuales a un millón de jefes de hogar en condiciones de vulnerabilidad, y se respalda en instrumentos monetarios previstos en la ley y que han sido ya utilizados en oportunidades anteriores por las autoridades económicas.
Sin embargo, hemos visto con sorpresa que la derecha política, en un acto de profunda deshonestidad y manipulación ha procedido a adscribir esta propuesta realizada por el Foro de Economía Alternativa y Heterodoxa a un candidato político, Andrés Aráuz, quien nada tiene que ver con la elaboración de esta propuesta, más allá de las simpatías que haya podido mostrar por esta iniciativa y que, de hecho son compartidas por otros candidatos presidenciales (Ximena Peña, por ejemplo).
No solo eso, sino que se han dedicado a generar pánico financiero al relacionar la Renta Básica Universal con la desdolarización de la economía. Es inentendible como un circuito tan limitado como la Renta Básica, que apenas representa el 0,8% (es decir menos del 1%) de la liquidez total de la economía, pueda poner en riesgo la dolarización.
Tampoco se entiende como una propuesta que tienen el aval de organizaciones como Naciones Unidas, la CEPAL o el Foro de Davos, entre otros, se estigmatice con criterios que no corresponden a la realidad. El hecho que la propuesta de Renta Básica Universal tome en cuenta las recomendaciones de la OMS de evitar el uso de monedas y billetes porque pueden ser posibles vectores de transmisión del virus, y adoptar nuevos mecanismos de pagos para los intercambios, como los pagos en línea, no tienen nada que ver con la desdolarización, sino con un mínimo de responsabilidad con la salud pública de la población. Por ello, confundir los pagos en línea con emisión monetaria es rayar en el paroxismo ideológico.
La Renta Básica Universal permite que los ciudadanos tengan acceso a los alimentos básicos y que puedan pagar su conexión a internet para que los niños y adolescentes puedan acceder a sus clases virtuales y hacer sus deberes escolares, en consecuencia, es ridículo pensar que esos pagos en tiendas de barrio puedan poner en peligro a la dolarización, empero es eso justamente lo que se le dice de forma absolutamente irresponsable a la población por parte de la derecha y sus sicofantes.
La Renta Básica Universal y sin Condiciones para la Vida Digna es una política pública para un mundo post-pandemia. Es una propuesta que necesita ser debatida, analizada, discutida de la forma más seria, rigurosa y comprometida.
Pero la irresponsabilidad de la derecha política y sus corifeos neoliberales de desprestigiarla y acudir al pánico financiero para asustar a la población, dan cuenta de la pobreza mental, de su profunda ignorancia de los pronunciamientos de instituciones internacionales sobre las alternativas a la crisis mundial, de la mezquindad que siempre la ha caracterizado, y de la falta absoluta de escrúpulos para mentir, tergiversar y manipular.
Estamos próximos a las elecciones, y los electores tienen ahora argumentos importantes para decidir su voto. La Renta Básica Universal puede sacar de la pobreza a un millón de personas y puede reactivar la economía en el corto plazo. Es una propuesta absolutamente plausible y necesaria para resolver la crisis sanitaria y económica. La derecha y los economistas neoliberales, en vez de asumir con responsabilidad y madurez esta propuesta y analizarla como corresponde, han demostrado más bien su contextura moral y ética al tergiversar nuestra propuesta y caricaturizarla desde su propia ideología.